Bocadillos peculiares que adelgazan

Cada vez que voy a visitar a mi médico me obsequia con un folio (a dos caras) de sabiduría impresa con consejitos que me ayudarán en mi ardua travesía hasta el Monte del Destino. Supongo que no me ve capacitado para asimilar más de un folio por semana. O quizás es que tiene los folios contados y tienen que durarle las semanas que prevé que voy a estar visitándole.

El caso es que en un par de esto folios vienen propuestas de menú para que los que somos de creatividad selectiva tengamos una fuente de la que beber. Y, como tengo que comer dos bocadillos diarios por imperativo, esos menús semanales contienen hasta catorce propuestas de bocadillos.

Ni el Pans & Co. he visto tal variedad y eso sin tener que responder a las normas por las que discurre esta dieta (sin aceite, sin grasa, sin azúcar...). Pero, como nunca es oro todo lo que reluce ni todo el monte es orégano, la lista de bocatas sugeridos transita por la delgada línea de la bizarrada.

Os dejo algunos posibles bocatas que puedo (podemos) comer con tranquilidad. Con toda la tranquilidad que te puede dar saberte alguien que se plantea comerse con total naturalidad un bocadillo de:

• Sepia
• Chocos (horneados)
• Palitos de cangrejo (WTF)
• Boquerones en vinagre (puede estar bueno, no lo niego, pero raro es un rato)
• Tofu (¿eso se mete en pan?)
• Seitán (¿eso se come?)
• Rodajas de tomate y anchoas (encontrar anchoas sin aceite es más difícil que encontrar gluten en el Mercadona)

Y los bocadillos que ya considero aceptables, a pesar de que no los veo para nada, como los de:

• Atún AL NATURAL (no es como el atún en aceite; intentad comeros un bocadillo de atún al natural y, cuando recuperéis la saliva de vuestra boca, me contáis)
• Bistec (un pan con un bistec dentro, a pelo, no es algo diferente de comer un plato de bistec con pan)
• Tortilla de calabacín (hacer tortilla sin aceite es una utopía con mis sartenes, pero bueno, los huevos revueltos servirían, aunque luego limpiar la sartén es peor que pasar hambre).

Solo me ha faltado en la lista el bocadillo de pan rallado.

Así que ya entenderéis mi afición por los bocadillos de mermelada...